EL CORZO Y SU SANTA MADRE

Página dedicada al corzo, su vida y avatares. También a narrar las satisfacciones que nos reporta a los que disfrutamos con la gestión de sus poblaciones, contemplando sus espantadas por el monte, o intentando darle caza de vez en cuando.

29 de mayo de 2011

COMIENZA UNA NUEVA TEMPORADA

     Ha pasado casi un mes desde la última entrada y mi propósito inicial de escribir una vez a la semana, al menos, no ha podido cumplirse. Aunque para no escribir me ha ayudado una enorme tormenta, que me ha dejado colgado sin teléfono, ni internet claro, durante una semana, lo cierto es que lo que realmente ha impedido la continuidad que yo mismo me marqué, es el comienzo de mi temporada corcera en este mes de mayo.  
     Como ya comenté en otra entrada del blog, cuando ya no lo esperaba, recibí una llamada del Secretario del Asocio de Ávila preguntándome si me interesaban los corzos de la Sierra de Ávila. Quedamos para después de Semana Santa y así, a primeros de mayo, nos encaminamos Ambrosio y yo a las oficinas del Asocio donde realizamos el papeleo y nos dieron los precintos y la autorización de caza.
     Son dos corzos los que se pueden cazar, si bien uno será selectivo. En principio, a Ambrosio le he dejado el trofeo y yo me he quedado con el selectivo, pues yo dispondré de mucho más tiempo que él para buscar un corzo viejo o malo pero, lo más seguro, es que al final sea la suerte la que decida a que disparamos cada uno.
     El día en el que fuimos al Asocio dimos luego una vuelta por el coto, para que se fuese haciendo una idea del terreno que cazaremos, pero teníamos que volver temprano a Ávila y no vimos nada, excepto una jabalina con rayones, en unas praderas en Las Meneas, uno de los cuarteles de pastos del monte.
Panorámica del Pinar Viejo
     El cazadero es muy variado, pues el monte tiene casi siete mil hectáreas de superficie, de las que unas dos mil están repobladas, fundamentalmente con pino silvestre, o Valsaín, de edades muy variadas, pues las primeras datan de finales de los años cincuenta, estando realizándose las últimas ahora mismo. La vegetación que puebla el resto de la superficie es la típica de alta montaña de Gredos, matorrales de piornos y cambriones, enebro rastrero por doquier y grandes praderas en todas las zonas más llanas y las vaguadas. Estamos en alta montaña, pues la altitudes del monte van desde los 1.180 metros en su entrada llegando desde Sotalbo, hasta los 2.158 metros del Pico Zapatero, que puedo asegurar que ya se llamaba así antes, máxima altura de esta sierra.Todo el monte está en el término municipal de Sotalvo, extendiéndose desde el Puerto de Menga hasta el Puerto de Navalmoral, sobrepasando incluso éste último, llegando hasta lindar con el término de San Juan de la Nava. El camino que une ambos puertos, o camino principal del monte tiene más de veinticinco kilómetros.
Arroyo del Búho
     El monte creo que está dividido en siete cuarteles de pastos, que se abren a primeros de mayo, excepto el llamado Cuartel Libre, en el que el ganado puede estar todo el año. Este cuartel está  próximo a Sotalvo y deben ser sus vecinos los que tiene allí sus ganados. Cada cuartel está cerrado perimetralmente con alambre de espino, que impide el paso al ganado pero no a la fauna silvestre. Las repoblaciones están acotadas al ganado excepto el llamado Pinar Viejo, dentro del Cuartel Libre y que es la repoblación más antigua.
El Picuezo
     Después de dar unas pinceladas de como es el monte, tengo que decir que en lo que se refiere a los corzos, casi todo el mundo que anda por allí, ya sean agentes medioambientales o el guarda del Asocio, o personas que han ido a correr por él, ya andando o en bicicleta, hablan de ellos, pero los han visto pocas veces y casi siempre en el Pinar Viejo y aledaños, como el Río Picuezo. Del resto del monte, excepto Marcial, el guarda del Asocio, casi nadie me ha indicado haberlos visto alguna vez y éste último me ha hablado que en Las Meneas hay alguno y también por la entrada al monte viniendo desde Mironcillo, precisamente un paraje con una toponimia esclarecedora, Las Corzas.
    Pues bien, desde que nos dieron los precintos he ido yendo alguna tarde y varias mañanas a dar vueltas por el monte, intentando conocer mejor sus accesos y sus distintas zonas e ir fijando los corzos que voy observando, pues me he propuesto no disparar hasta que Ambrosio pueda venir a cazar.
Pico Zapatero
     Para evitar tentaciones, decidí no llevarme el rifle, pero ya al tercer día pensé que estos animalitos son tan esquivos y tan desconcertantes, que más valía llevarme el arma, no fuera a ver algún corzo bueno y luego me tirase de los pelos. Afortunadamente no se ha presentado la ocasión, aunque hoy ha estado cerca, pero he pensado en poner, al corzo visto esta mañana, un cartel que diga "Ambrosio" y esperar que venga a buscarle, si es que luego lo encontramos.
     He ido ya cuatro mañanas, estando allí al ser de día, y cuatro o cinco tardes, en las que, a pesar de quedarme hasta el anochecer, no he localizado nada, excepto dos animales, uno hembra y el otro no lo sé, pues no le vi ni el culo, corriendo entre el pinar. Las mañanas no han sido mucho más fructíferas, pero, al menos, lo que he visto lo ha sido tranquilamente, con el telescopio incluso, pudiendo contar hasta las puntas de la cuerna. A día de hoy he localizado tres machos, dos de ellos tirables, dos hembras y el que no he identificado. También me han ladrado otra tarde en una zona de pinar, pero no se qué o cuantos. La media no es ni de un corzo por día, pero bueno, ya iré conociendo mejor el monte.
Las Meneas
     Al haber entrado el ganado justo ahora en todos los cuarteles menos en el libre, habrán movido los corzos que hubiera y ahora es difícil ver algo, excepto en las zonas acotadas, las repoblaciones, que es donde estoy centrando mi búsqueda. Rastros si que encuentro en las zonas a las que estoy yendo.
      Al ir sabiendo la gente que ando buscando corzos, me van diciendo si ven alguno y en la última semana he ido con Pedro Pérez, mi amigo el celador, al que llamaré Pedro Menga, como le conoce todo el mundo por el servicio, a buscar una pareja que habían visto salir encima de la Fuente del Puerto de Menga. No los vimos, pero si vi unas zonas que yo no conocía que he visto que son ideales para los corzos, en donde ya vi rastros y dos machos distintos, uno pequeño, en dos días distintos. Con Pedro quiero quedar esta semana una tarde para que me enseñe la entrada a otra zona del monte en la que han visto, también hace unos días otra pareja.    
     En fin, poco a poco. la cosa es ir viendo y conociendo y cuando venga Ambrosio, que espero que sea esta semana, haremos los primeros recechos. Ya veremos como resultan.

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